El Premio Nobel de Economía Simon Johnson advierte sobre el poder de las grandes empresas tecnológicas.

Análisis de las implicaciones de la influencia de las empresas tecnológicas en la economía y la democracia.
El académico Simon Johnson, galardonado con el Premio Nobel de Economía, expresa su preocupación por el poder de las grandes empresas tecnológicas y su impacto en la sociedad actual.
El académico británico-estadounidense Simon Johnson, reconocido con el Premio Nobel de Economía en octubre pasado por sus estudios sobre la desigualdad de las naciones, compartió el galardón con Daron Acemoglu, también de MIT, y James A. Robinson, de la Universidad de Chicago. Su libro “Poder y progreso: nuestra lucha milenaria por la tecnología y la prosperidad”, publicado en 2023, analiza cómo los avances tecnológicos han beneficiado históricamente a las élites y aborda la necesidad de reformular la innovación para fomentar la prosperidad compartida.
En una entrevista previa al juicio antimonopolio contra Meta en Washington, Johnson discutió el poder de las grandes empresas tecnológicas y la necesidad de limitarlo. Señaló que el alcance de estas empresas, como Meta, Apple, Amazon, Microsoft, Google y OpenAI, impacta directamente en diversas actividades comerciales y en la forma en que recibimos información, lo cual es crucial para la democracia.
Johnson advirtió sobre el poder combinado de estas empresas, que incluye tanto el poder industrial como el control sobre la información, y destacó que su influencia actual es comparable, e incluso mayor, a la de las grandes corporaciones a principios del siglo XX. Además, mencionó que el despliegue de la inteligencia artificial por parte de estas empresas otorgará un nuevo nivel de poder.
Respecto al desarrollo de la IA, Johnson enfatizó que si se dirige en la dirección adecuada, podría ser beneficioso para la humanidad, pero subrayó la necesidad de tomar decisiones informadas para evitar posibles consecuencias perjudiciales. Planteó la importancia de implementar medidas que impulsen el desarrollo de tecnologías más orientadas al trabajador y mejoren sus capacidades en lugar de desplazarlos.
En cuanto a la posible pérdida de empleos debido a la automatización, Johnson señaló que si bien las nuevas tecnologías generan nuevas tareas, es fundamental crear suficientes oportunidades para equilibrar la automatización. Sobre la renta básica universal, mencionó que podría no ser viable si la productividad no aumenta significativamente, advirtiendo que la tecnología actual no garantiza un crecimiento suficiente para sostener dicha medida.
En relación con las redes sociales, Johnson destacó que si bien en un principio se consideraron herramientas para democratizar la información, actualmente se ven afectadas por la manipulación y la búsqueda de atención para generar ingresos por publicidad digital. Propuso la división de las grandes empresas tecnológicas y la implementación de modelos de suscripción como alternativas más favorables.
En cuanto a los desafíos que enfrenta la democracia debido a las redes sociales, Johnson subrayó que estas plataformas contribuyen a la polarización social y pueden ser utilizadas como herramientas de manipulación por actores antidemocráticos. Destacó la necesidad de abordar abiertamente estos problemas y encontrar mejores soluciones para proteger la integridad democrática en un entorno digital cada vez más complejo.
Simon Johnson destaca la importancia de regular el poder de las empresas tecnológicas para proteger la democracia y fomentar la prosperidad compartida.