Crisis humanitaria en Gaza: controversia por nuevo sistema de ayuda de la GHF.
La implementación de un sistema de ayuda en Gaza ha generado debate entre organizaciones internacionales.
El conflicto en Gaza se intensifica con la introducción de un controvertido sistema de ayuda propuesto por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), desatando críticas y preocupaciones sobre su viabilidad y efectividad en medio de la crisis humanitaria en la región.
El conflicto en Gaza ha alcanzado una nueva dimensión con la implementación del controvertido sistema de ayuda propuesto por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF). A pesar de la crisis humanitaria que azota a los 2,1 millones de palestinos en la región, las organizaciones internacionales han rechazado de manera tajante este plan, argumentando que podría desencadenar más violencia y desplazamientos en la zona.
El encargado de la coordinación de ayuda de Naciones Unidas, Tom Fletcher, ha denunciado que la GHF es una “parodia cínica” y una “distracción deliberada”, advirtiendo que convertirá la ayuda humanitaria en un instrumento de conflicto. Otras entidades de ayuda han señalado que el sistema propuesto es impracticable, peligroso y posiblemente ilegal, ya que podría resultar en un traslado forzoso masivo de población.
A pesar de las objeciones, la GHF ha anunciado el inicio de la entrega de alimentos a través de sus Sitios de Distribución Segura en Gaza, asegurando que se incrementará el flujo de ayuda diariamente. Sin embargo, las fotografías difundidas muestran a un reducido grupo de hombres transportando cajas desde una ubicación no especificada, planteando dudas sobre la eficacia y alcance de la distribución.
Desde el inicio de la guerra en Gaza hace 19 meses, las agencias de la ONU y grupos de ayuda han supervisado la distribución de alimentos en la región. Sin embargo, el bloqueo impuesto por Israel en marzo ha agravado la crisis humanitaria al restringir el acceso a suministros básicos como alimentos, medicamentos y combustible. Esta situación ha llevado a un cambio en la responsabilidad de la distribución de ayuda hacia la GHF, respaldada por Estados Unidos.
El plan de la GHF plantea desafíos logísticos y éticos, ya que se espera que los palestinos recojan alimentos y artículos de higiene en puntos de distribución ubicados principalmente en el sur de Gaza, excluyendo a personas con dificultades de movilidad. Además, la militarización de la entrega de ayuda a través de contratistas privados de seguridad estadounidenses y fuerzas armadas de Israel ha generado preocupaciones sobre la neutralidad e imparcialidad del proceso.
La ONU ha expresado su rechazo al sistema de la GHF, argumentando que viola los principios humanitarios al restringir la ayuda alimentaria a zonas limitadas y exponer a la población civil a mayores riesgos. Asimismo, se ha planteado la posibilidad de una investigación en Suiza para determinar si la fundación cumple con el derecho suizo e internacional humanitario.
Ante las renuncias de altos funcionarios de la GHF y las críticas recibidas, la junta directiva de la organización ha defendido su plan de distribución de ayuda, asegurando que se ajusta a los principios humanitarios y beneficiará a un millón de palestinos en los próximos días. Sin embargo, la incertidumbre persiste en torno a la viabilidad y efectividad de este sistema en medio de la crisis humanitaria en Gaza.
A pesar de las objeciones y críticas, la GHF defiende su plan de distribución de ayuda en Gaza, prometiendo beneficiar a un millón de palestinos en los próximos días. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre su impacto real en la población afectada.
