Tala indiscriminada de árboles de eucalipto en Banco Minero desata conflictos en La Paz

Vecinos denuncian agresiones y amenazas por la deforestación ilegal en un sector protegido de la ciudad.
La tala de árboles de eucalipto en el Banco Minero de La Paz ha generado una serie de conflictos entre los residentes y los responsables de estas acciones ilegales, desencadenando denuncias de agresiones y amenazas. La falta de acción por parte de las autoridades competentes ha dejado a la comunidad en una situación de vulnerabilidad ambiental.
Decenas de árboles de eucalipto han sido talados recientemente en el sector conocido como Banco Minero, desencadenando denuncias de los vecinos que se oponen a esta tala indiscriminada. Según las acusaciones de los residentes, los responsables de estas acciones ilegales no solo han amenazado a quienes se oponen a la deforestación, sino que también han llegado al extremo de agredir a las autoridades.
El Banco Minero se encuentra ubicado en las proximidades de la calle 4 de la Ciudadela Ferroviaria, colindante con el área protegida municipal del bosquecillo de Pura Pura. Este sector, que en el pasado fue forestado con árboles de eucalipto por la Empresa Nacional de Ferrocarriles, ahora se ve invadido por construcciones que están poniendo en peligro la vegetación circundante. Los residentes de la Ciudadela Ferroviaria alertan sobre el riesgo de deslizamientos de tierra, agravado por la tala de árboles y movimientos de tierra en la zona.
Claudia Copa, presidenta de la zona, ha denunciado la presencia de loteadores ilegales en el área, quienes habrían ingresado al lugar hace aproximadamente cinco o seis años mediante el uso de dinamita. La rápida expansión de edificaciones en la zona, construidas en contravención a las normativas ambientales, ha llevado a la destrucción de árboles centenarios que solían bordear la vía férrea. Los residentes lamentan la pérdida de la flora y fauna local, así como el impacto negativo en la estabilidad del entorno.
A pesar de las denuncias formales presentadas por los vecinos ante la Dirección de Gestión Ambiental del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz y el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, la respuesta de las autoridades ha sido insuficiente. Los residentes han manifestado su preocupación por la falta de acción por parte de las entidades competentes, señalando que incluso han recibido amenazas de violencia por parte de los invasores al intentar proteger el área.
La situación en el Banco Minero y sus alrededores es descrita como semipedregosa, con la presencia de maquinaria pesada, acumulaciones de tierra y arena, y la existencia de vertientes subterráneas que erosionan el terreno. A pesar de los esfuerzos de los vecinos por hacer cumplir la ley, las autoridades locales han sido renuentes a brindar información a la prensa, indicando que se debe solicitar dichos datos a través de la Dirección de Comunicación de la alcaldía paceña.
En un contexto más amplio, se destaca la entrada en vigor, en el pasado 22 de abril, del Acuerdo de Escazú, que establece la obligación de las autoridades gubernamentales de proporcionar información ambiental a la ciudadanía. Ante la urgencia de detener la deforestación y proteger el entorno natural, se requiere una acción más enérgica por parte de las autoridades para garantizar la sostenibilidad ambiental en la región.
Ante la urgencia de detener la deforestación y proteger el entorno natural, se requiere una acción más enérgica por parte de las autoridades para garantizar la sostenibilidad ambiental en la región. Es fundamental que se investiguen y se tomen medidas contra los responsables de la tala indiscriminada en el Banco Minero.